¡Hola!

Febrero, como siempre, se pasó volando y llegó marzo.

Este mes terminé tres libros: uno me costó mucho terminarlo y los otros dos los leí muy rápido.

El libro que me costó terminar hablaba sobre el impacto negativo de la tecnología en nuestras conversaciones. Lo compré hace 2 años, cuando aún pensaba mucho sobre este tema. Descubrí que ya no me interesa tanto, porque se me hizo larguísimo y tuve que obligarme a terminarlo.

Al darme cuenta de que me estaba costando leer, pensé en echarle la culpa al cansancio u otras distracciones. Pero pasó algo que me hizo cambiar de opinión: agarré una novela de 650 páginas y la terminé en una semana. Aunque me fuera a dormir cansadísimo, me ponía a leer y no podía parar.

Esto me hizo recordar una verdad sobre la lectura tan simple como fácil de olvidar: si quieres leer más, lee algo que te interese mucho. ¿Cuál es el tema que más te interesa en este momento? Si tu objetivo es leer más, busca un libro sobre ese tema, cómpralo y empieza a leerlo ya.

Este principio tiene un corolario: si lees algo que no te interesa, vas a leer menos. Nuevamente, algo que quizás es demasiado obvio para ser dicho, pero aun así olvido siempre. Es que me cuesta mucho dejar los libros a medias incluso cuando no me gustan. Estoy seguro de que debería hacerlo más seguido.

Espero este año mantener ese espíritu: leer solo cosas que me llamen mucho la atención. Porque la vida es muy corta para dedicarse a satisfacer un interés que ya caducó.

Vamos a los Libres de Febrero.


📘 La verdad sobre el caso Harry Quebert, de Joël Dicker

“Un buen libro, Marcus, es un libro que uno se arrepiente de terminar”

Historia random: una vez estuve en un proceso de postulación a una empresa. En una de las entrevistas, la reclutadora me recomendó este libro, así que lo compré para que lo comentáramos por si quedaba seleccionado. No quedé 😂.

La verdad sobre el caso Harry Quebert (2012) es una novela de misterio que cuenta la historia de dos escritores: Marcus y Harry, su mentor. El relato comienza cuando descubren el cadáver de Nola, una joven de 15 años desaparecida hace décadas, enterrada en el patio de Harry. Este personaje es el único sospechoso, pero jura a Marcus ser inocente. Convencido, el joven escritor comienza a hurgar en el pasado de su maestro para salvarlo de la pena de muerte.

Este libro me atrapó: no podía parar de leerlo y lo terminé como en una semana. El suspenso de la historia es muy adictivo y me mantuvo sospechando de todos los personajes para saber quién era el culpable. A pesar de que es un libro extenso, todo el rato van revelándose cosas, por lo que es imposible despegarse. Las últimas 200 páginas son un verdadero festival de plot-twists.

Como los protagonistas son escritores, además, hay varias reflexiones interesantes sobre la escritura me gustaron harto y dejé anotadas.

Es curioso, porque este libro tiene varios puntos débiles que no habría tolerado si no fuera por lo involucrado que estaba con la historia: personajes simplones, relaciones demasiado cursis, el trato superficial que se le da a la pedofilia y algunas justificaciones de la trama que no son muy plausibles si las piensas un poco. Es un gran ejemplo de que para escribir un buen libro basta con una buena historia.

En resumen, creo que es un libro que me gustó mucho mientras lo leía pero que no me marcó. Lo recomiendo si estás buscando algo ligero y atrapante. Buena lectura de verano.

📕 Reclaiming Conversation: The Power of Talk in a Digital Age, de Sherry Turkle

“Now we are ready to reclaim our attention—for solitude, for friendship, for society.”

Estamos en un momento crítico como sociedad: en las familias, amistades, trabajo y salas de clase, son cada vez más las personas — jóvenes y adultas — que prefieren comunicarse a través de una pantalla en vez de sentarse a conversar.

Este es el fenómeno que estudia Sherry Turkle (1948): socióloga y psicóloga del MIT e investigadora experta sobre el impacto de las tecnologías digitales en la psicología humana. Según Turkle, no es que estemos dejando de hablar, es que la tecnología está haciendo desaparecer un tipo de conversación en específico. Se refiere a esa conversación espontánea, creativa, que muchas veces aburre antes de ponerse inesperadamente profunda y que es esencial para nuestro desarrollo como personas. La evidencia la acompaña: las mediciones de empatía en niños y jóvenes están en un mínimo histórico y los smartphones son el principal sospechoso.

Leí este libro porque aparecía varias veces citado en Digital Minimalism, un libro que me encantó. A diferencia de este último, Reclaiming Conversation (2015) es un libro académico, no práctico. Para su investigación, la autora entrevistó decenas de niños, jóvenes y adultos para entender cómo y por qué prefieren chatear, escribir mails y postear en sus redes sociales por sobre conversar mirándose a los ojos. Los relatos de estos entrevistados son conmovedores y cercanos: todos hemos vivido una conversación interrumpida por un teléfono que vibra, y si no empezamos a hacer algo al respecto, será algo cada vez más común. Es posible incluso que lo que entendemos por conversación cambie completamente: en un futuro, será sinónimo de una charla ligera y sin mucho compromiso.

El libro es súper exhaustivo en su diagnóstico. Se me hizo bien largo de leer y casi no lo termino. De hecho, no se lo recomendaría a nadie que no esté muy interesado en el tema. Aun así, me sirvió como recordatorio de lo grave y ubicuo que es este problema. También me sirvió para reforzar una idea: este problema lo podemos resolver solo de una forma: volviendo a conversar. No hay ninguna app que pueda ayudarnos a recuperar nuestra humanidad.

📕 Free Will, de Sam Harris

“My mental life is simply given to me by the cosmos”

Una de las ideas más interesantes que aprendí el año pasado y de las que quiero seguir estudiando este año es el problema del libre albedrío. Este problema es casi tan viejo como la misma filosofía y busca responder una de las preguntas más importantes: ¿existe la libertad individual de acción? Esta pregunta es mucho más que un ejercicio filosófico: toda nuestra sociedad se basa en suponer que somos libres.

De eso se trata este breve libro, escrito por Sam Harris (1967), filósofo, neurocientífico, escritor y podcaster. Harris argumenta que la libertad individual es una ilusión que se produce al no examinar detenidamente nuestros fenómenos mentales. Porque si nos paramos a mirar cómo funciona nuestra mente al tomar decisiones, nunca podemos justificar por qué llegó a nosotros la intención de hacer una cosa y no otra.

Personalmente, comparto esta idea — conocida en filosofía como determinismo — desde la primera vez que leí sobre ella. Por eso este libro se me hizo rápido e interesante de leer. Además, explora las consecuencias que tiene el determinismo en algunas nociones fundamentales para nuestra sociedad, como la meritocracia y la justicia punitiva. Porque, ¿qué sentido tiene admirar a alguien por su éxito, o castigarlo por sus crímenes, si no hay libertad de elección?

De todas formas, el determinismo sigue siendo una idea que para mí tiene mucho sentido pero que aun así me resulta muy difícil de conciliar con mi experiencia. Por eso seguiré leyendo un poco más al respecto antes de dar el tema por cerrado.


Muchas gracias por leer hasta acá. Nos vemos en la edición siguiente 👋🏻

Un abrazo,

Si llegaste hasta acá, te gustará lo que viene