El minimalismo es una idea simple: es más fácil ser feliz teniendo pocas cosas que teniendo muchas.

Fumio Sasaki es uno de los principales divulgadores del minimalismo en Japón. Vive en un departamento pequeñito y tiene tan pocas pertenencias que mudarse a otro espacio no le tomaría más de 20 minutos. En su libro Goodbye, things: cómo encontrar la felicidad con el arte de lo esencial — del 2015, traducido al español el 2017 — relata su experiencia adoptando este estilo de vida.

Me gustó porque es un libro muy personal. Sasaki cuenta sus inicios: deprimido, en un lugar atiborrado de cosas sin usar, dedicado a pasarse las tardes viendo tele y siempre pensando en que podría ser más feliz si tuviese un departamento más grande o un sillón más cómodo. Desde ahí, Sasaki comienza la práctica de reducir sus cosas al mínimo, descubriendo varias enseñanzas sobre la felicidad y su relación con las cosas que tenemos (y las que no).

Es común creer que para solucionar un problema necesitamos comprarnos algo. Por esto, es fácil confundir el anhelo humano de ser feliz con el deseo infinito de tener más y mejores cosas materiales. Para superar este problema, el autor plantea el minimalismo como medio para redescubrir esa felicidad profunda en lo sencillo: valorar lo que tenemos, dejar de ambicionar tanto, dar gracias por las personas y experiencias y disfrutar de un hogar sencillo y ordenado. Por esto mismo, el minimalismo no es un fin: no significa botar cosas para jactarse y no es necesario quedarse solo con diez objetos para poder disfrutar sus beneficios.

Si sientes que te falta motivación para dejar de comprar tantas cosas, o tener menos cosas en tu casa (recuerdos, fotos, ropa que no usas, cosas que “llevarás a arreglar”, etc.) este libro puede ser muy inspirador. A mí me sirvió para atreverme a deshacerme de una caja gigante llena de cosas que nunca usaba pero que “algún día” me podrían servir. Y a pesar de que aún hay mucho más minimalismo que aplicar en mi hogar, ahora que no tengo esa caja, me siento mucho mejor.

Y ahora te dejo con las mejores ideas del libro (según yo).

Las mejores ideas

  • Todos queremos ser felices, por eso compramos cosas. Pero la felicidad comprada es —generalmente — fugaz. Decirle adiós a tus cosas es un ejercicio de limpieza, pero también de reflexión acerca de la verdadera felicidad.
  • Comprar algo cinco veces más caro, no te va a hacer cinco veces más feliz, ni sonreirás cinco veces más, ni estarás contento cinco veces más tiempo. Aunque el precio de los objetos no tenga límites, nuestras emociones sí.
  • Nos convencemos de que no podremos botar cosas hasta que tengamos más tiempo, pero es al revés: no tendremos más tiempo hasta que tengamos menos cosas de qué preocuparnos. Convierte el minimalismo en tu prioridad.
  • Botar un recuerdo no significa botar tu pasado. Los recuerdos que de verdad importan son los que permanecen sin necesidad de evocarlos por un medio material. Y si te da tristeza botarlo, intenta sacándole una foto primero.
  • Muchas de las cosas que necesitamos las podríamos conseguir prestadas de un amigo o vecino. El apego a comprar te aparta del mundo y te priva de entrar en contacto con otros.
  • Es más satisfactorio coleccionar experiencias que cosas. Las experiencias son casi imposibles de comparar, lo importante es que sean especiales para ti. Además, tus experiencias no te las puede quitar nadie.
  • Todas tus pertenencias demandan tu atención. Forman una lista invisible en nuestra cabeza de cosas que tenemos por hacer. Esto nos genera una ansiedad constante. (¿Necesitas un sistema para organizar tus cosas pendientes, sin ansiedad? Lee este artículo)
  • Al liberarte de cosas que usaste en el pasado y de cosas que podrías usar en el futuro, lo único que te quedarán son cosas para disfrutar el presente.
  • La gratitud es la única forma de sentir un bienestar sostenible, ya que el estímulo de comprar cosas siempre pasará con el tiempo. Las cosas nuevas terminarán aburriéndote en algún momento.
  • No tiene sentido pensar que si eres infeliz ahora, podrás ser feliz mañana o en un año más, porque el futuro será solo otro ahora en el que ser infeliz. Sé feliz ahora.

¿Qué tal te pareció? ¿Ya te dieron ganas de tener menos cosas? ¿Hay alguna cosa de la que siempre has querido deshacerte pero no te atreves? Conversemos en los comentarios.

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