Leer libros es una práctica que puede hacer una diferencia muy positiva en tu vida: es excelente para ejercitar tu mente e ideal para encontrar paz en un mundo hiperconectado.

A todos nos gustaría leer más seguido, pero cada día hay un millón de cosas que demandan nuestro tiempo y atención. ¿Cómo lograr hacerse un tiempo para leer entre todo el caos? En mi experiencia, lo más práctico es convertir la lectura en un hábito: algo que haces cada día, por inercia, casi sin darte cuenta. Desarrollar este hábito puede parecer difícil pero la verdad es que solo requiere un poco de estrategia y constancia para lograrlo. Cuando lo hayas hecho, te sorprenderá lo mucho que puedes avanzar con solo leer unas cuantas páginas al día.

En este artículo voy a compartir algunos consejos desde mi experiencia. El año 2015 me propuse construir este hábito, y he tenido varios éxitos y fracasos que me han servido para descubrir qué sirve y qué no. Estos aprendizajes me han permitido leer un par de libros al mes en promedio, al menos desde 2017. Sigue leyendo para que puedas hacerlo tú también.

Adopta la mentalidad adecuada

La principal barrera para hacer algo nuevo es siempre psicológica. Seguramente, antes de empezar a leer, se te van a ocurrir mil razones por las cuáles no hacerlo, o motivos por los cuáles no va a resultar.

No te angusties. Si te sientes así, seguramente es porque te encuentras en una mentalidad fija. En psicología, esto quiere decir que tienes una creencia estática sobre tu capacidad para leer ("¡siempre he sido malo para leer y nunca voy a mejorar!"). Te tengo una buena noticia: tu habilidad como lector sí se puede desarrollar. Aunque hoy te consideres un mal lector, puedes convertirte en un lector mucho mejor con un poco de tiempo. Por eso, el primer consejo para desarrollar este hábito es el siguiente: ten presente que estás de camino a desarrollar un hábito y disfruta de ese proceso.

Encuentra tu motivación

Leer es algo que debes hacer para ti mismo, porque es algo que quieres para ti. Si en verdad no te convence tanto, no te preocupes: ¡no es una obligación! puedes ir a disfrutar de otra actividad que te guste más.

Si es algo que te convence, pero te inquieta la idea de dejarlo botado, te recomiendo pensar en qué es lo que te motivó a leer en primer lugar. Si sientes que estás perdiendo el norte, siempre puedes reconectar con esta motivación para darte ánimo.

Hay muchas razones para motivarse. Acá de voy a dejar 5 que me parecen interesantes, para que te sirvan como inspiración.

  • Leer para aprender sobre algo que siempre te ha interesado.
  • Leer para manejar mejor un idioma: aprender vocabulario, escribir y hablar mejor.
  • Leer para relajarte y desestresarte. Para distraerte de la realidad e imaginar otros mundos.
  • Leer para tener nuevas ideas y para inspirarte a hacer cosas nuevas.
  • Leer para mejorar tu capacidad de concentrarte y poner atención.

Planifica

Ya cubrimos lo psicológico, así que podemos pasar a lo práctico.

Todos hemos tenido la experiencia de proponernos una súper meta en año nuevo, para terminar fracasando estrepitosamente la segunda semana de enero. Por esto, pareciera que transformar una buena intención en una práctica establecida fuese algo imposible o que requiere demasiada constancia y fuerza de voluntad como para un ser humano normal.

Por suerte, no es tan así. El secreto para lograrlo es uno solo: planificar. Sé que planificar parece una lata, pero créeme, ocuparás un poquito de energía y lograrás hacer que leer se transforme una actividad que encaje naturalmente en tu día a día.

No es difícil: trata de responder las preguntas a continuación y lo lograrás.

¿Qué vas a leer?

A veces el no saber qué leer es un gran obstáculo para empezar. Elegir algo que te guste es esencial para mantenerte motivado, pero no dejes que el no saber te impida comenzar a leer. Tienes toda tu vida para leer muchos libros, así que lo importante es empezar a leer ya.

Por esto, te recomiendo que tu primera elección sea un libro que tengas a la mano: alguno que esté en tu casa o que puedas conseguir pronto. Más adelante, guíate por tu interés para escoger qué leer: piensa en lo que te motiva y busca un libro que apunte a esa motivación. ¡No olvides definir tu siguiente libro antes de terminar el que estás leyendo!

Si los libros están fuera del alcance de tu bolsillo, recuerda que hay muchas opciones para leer gratis que no implican piratear nada. Puedes hacerte socio de tu biblioteca más cercana o usar los servicios de alguna biblioteca on-line, como la Biblioteca Pública Digital.

¿Cuándo y dónde?

Con tu libro ya escogido, toca pensar en lo más importante: los momentos y lugares del día en que quieres leer. Tal vez sean los primeros 15 minutos después de tomar desayuno. O quizás todos los días camino al trabajo.

Cualquier momento que te acomode sirve, mientras lo hayas planificado con antelación. Recuerda que para desarrollar el hábito, es muy importante que lo hagas con regularidad, especialmente los primeros días. Para ayudarte en el comienzo, te puede servir poner una alarma o recordatorio a la hora que te propusiste leer.

Los primeros días te va a costar un poco: es normal, a nuestro cerebro no le gusta mucho hacer cosas nuevas, especialmente si requieren un poco de esfuerzo extra. Por esto es importante mantener una mentalidad de desarrollo y recordar tu motivación. Con el paso de los días, el hábito irá calando en ti y leer se dará espontáneamente y sin esfuerzo alguno.

Disfruta la experiencia

Si quieres motivarte con un libro, intenta verlo como una experiencia para disfrutar, más que como algo que tienes que terminar. Para disfrutar la experiencia, interactúa lo más que puedas con el libro. Busca las palabras que no conozcas, ráyalo, destácalo o toma nota de las frases que más te inspiren. Si te hace pensar en algún amigo, aprovecha para recomendárselo. Si te interesa quién lo escribió, busca más información para saber quién es.

Mientras más aproveches la experiencia de leer, más positiva será para tu vida.

Pasito a pasito

Si terminar un libro te sigue pareciendo algo abrumador, piensa en esto:

Un libro en promedio tiene unas 300 páginas. Si lees una página al día, vas a terminar en un año, y te van a sobrar días incluso. Y terminar un libro al año es muchísimo mejor que no terminar ninguno 🙂

¡Tú puedes!

Conclusión

Haber comenzado a leer con regularidad ha sido uno de los cambios más positivos en mi vida. Espero que este artículo te haya dado algunas ideas para que puedas hacerlo tú también.

Cuéntame si te sirvió o te hizo pensar: todos los comentarios son muy valiosos para mí. Si sigues perdido, tienes ganas de leer pero no sabes cómo partir, escríbeme y hablemos. Yo te ayudo.

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