Range es un libro del año 2019 que en español circula como Amplitud: por qué los generalistas triunfan en un mundo especializado. Fue escrito por David Epstein, que es escritor y periodista por vocación pero biólogo de profesión.

El argumento principal de Range es que los profesionales que tienen un amplio rango de habilidades y experiencias tendrán ventaja en el mundo laboral. Esta idea va en contra de la sabiduría convencional, que propone que debemos especializarnos lo antes posible para tener éxito. La típica historia de “las 10 mil horas”.

Para el autor, los generalistas son más adaptables, creativos y capaces de abordar los problemas complejos del presente.

Para convencernos, presenta una serie de estudios de caso y ejemplos de personas exitosas que han adoptado un enfoque generalista en sus carreras y vidas, destacando la importancia de la diversidad de experiencias y el aprendizaje continuo en distintas áreas en lugar de la hiper-especialización.

En general, me pareció un libro muy interesante y creo que mucha más gente debería conocer las virtudes del generalismo.

Al menos a mí me sirvió para terminar de convencerme de que la diversidad de experiencias también es algo muy valioso. Personalmente, muchas veces me he sentido culpable por no especializarme en un área profesional y hacer todo lo contrario: perseguir intereses que se podrían considerar una pérdida de tiempo, como leer sobre literatura o filosofía.

Este libro me ayudó a liberarme de esa culpa y darme cuenta de que en mi propia experiencia, aprender sobre otros temas me ha convertido en un profesional diferente. Por esto quiero compartir las ideas del libro que más me llamaron la atención.

Antes de comenzar: si te interesan estas ideas en formato hablado, hablamos sobre ellas en mi podcast: Incrementalmente). Este artículo es una versión escrita de lo que hablamos ahí. Vamos por las ideas principales.

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Ideas principales del libro

El mito de partir con ventaja

Cuando nos hablan sobre las personas exitosas en disciplinas como el ajedrez, la música o deportes, siempre escuchamos la misma historia: son personas que partieron a muy temprana edad y por ende alcanzan las 10 mil horas de práctica mucho antes que el resto.

David Epstein propone que esta receta para el éxito es falsa en el mundo profesional, ya que en este no existen las reglas claras y los patrones de práctica establecidos que hay en disciplinas como tocar violín o jugar golf. Por el contrario, las habilidades profesionales no se pueden practicar en ambientes controlados.

“Hemos estado usando las historias incorrectas… estas ni siquiera aplican para la mayoría de los deportes”.

Por esto, Epstein nos invita a reconocer que nuestra obsesión por partir con ventaja se basa en un mito infundado que tendemos a creer solo porque se ve como una receta fácil para alcanzar el éxito. Pero que sea fácil de creer no significa que sea cierto.

Un ejemplo muy curioso de como el desempeño de excelencia se ve acompañado de la interdisciplinariedad en la vida real son los premios Nóbel: un estudio demostró que un ganador de un premio Nobel tenía al menos 20 veces más probabilidad de ser un amateur en actuación, danza, mágica y otro tipo de arte escénica.

Este patrón se repite en otros estudios sobre personas con desempeño sobresaliente: generalmente tienen intereses que van mucho más allá de su disciplinas. Son mucho más que unos expertos hiper-especializados.

Aprender tiene que ser difícil

“Aprender profundamente implica aprender lento. Obsesionarnos por partir con ventaja termina fallando a quienes busca ayudar”.

Una de las habilidades esenciales para un generalista es la capacidad de aprender. En el tercer capítulo de este libro, el autor busca convencernos de otra idea contraria a la intuición general que tenemos sobre este tema: el aprendizaje es más profundo mientras más cuesta adquirirlo.

Esto es lo que revelan décadas de investigación en psicología y educación. Enfrentarse a dificultades a la hora de aprender nos ayuda a generar conocimientos más duraderos y flexibles.

Lamentablemente, como humanos tenemos un instinto natural a encontrar el camino fácil a la hora de aprender algo nuevo: buscamos atajos, pistas, tips, hacks o simplemente nos quedamos atascados con lo que se nos hace fácil. Al hacerlo, nos quedamos con la sensación de que avanzamos más rápido en el corto plazo, pero nos estamos poniendo en desventaja en el largo plazo.

Así que si estás tratando de aprender algo nuevo: evita el camino fácil y busca desafíos que se te hagan difíciles. Algunas estrategias para esto son: tratar de resolver algo sin buscar ayuda, dar una prueba para la cual no has estudiado, tratar de recordar algo que memorizaste hace mucho tiempo o cambiar el contexto de los ejercicios que resuelves para que se hagan más desconocidos. Como generalista, esto te ayudará a que tus incursiones en otras áreas produzcan un mejor aprendizaje.

El problema con ser demasiado persistente

“Aprender algo es menos importante que aprender sobre uno mismo”.

Generalmente la persistencia es vista como algo bueno: aunque nos esté yendo mal en tu trabajo o carrera, debemos persistir hasta que las cosas se pongan mejor. En este capítulo, el autor propone la idea contraria: ser demasiado persistente puede ser una desventaja.

Para esto introduce el concepto de calidad de ajuste, es decir, qué tan bien se ajusta la carrera o trabajo que escogiste con tus propias habilidades. Resulta que varios estudios de economía y educación han demostrado que en los países cuyos sistemas de educación dan más tiempo a los jóvenes para probar carreras (en vez de forzar una especialización temprana), estos terminan encontrando finalmente empleos con mejor calidad de ajuste.

Según Epstein, para realmente encontrar un empleo que se ajuste a nuestras habilidades, deberíamos aproximarnos a nuestra búsqueda de vocación como si fuera una búsqueda de pareja: tener muchas citas antes de sentar cabeza finalmente.

“En el trabajo, el mayor desafío es encontrar una carrera con gran calidad de ajuste. La persistencia puede estorbar esta búsqueda”.

El problema con venerar la persistencia a toda costa es ignorar que muchas veces debemos abandonar un empleo o proyecto porque simplemente no es el mejor ajuste a nuestras habilidades. Saber cuando retirarse es una ventaja estratégica importante, y todos deberíamos definir nuestras condiciones para abandonar algo incluso antes de comenzar un nuevo proyecto.

El arte de experimentar

“Aprendemos quiénes somos al vivir, no antes”

Además de advertirnos sobre los peligros de la persistencia, David Epstein da un paso más allá y nos explica la importancia de experimentar con nuevos intereses, fuera y dentro de nuestra profesión.

Para esto, el autor nos explica un fenómeno psicológico llamado ilusión del fin de la historia: la tendencia que tenemos a creer que hemos alcanzado el destino final en nuestra forma de ser y que ya no cambiaremos más. La evidencia muestra que — sin importar la edad — somos capaces de reconocer lo mucho que hemos cambiado en el pasado, pero incapaces de imaginar lo mucho que cambiaremos en el futuro. Creemos que nuestra historia ya llegó a su fin.

Esta ilusión nos afecta cuando pensamos en el futuro de nuestras carreras profesionales: tomamos decisiones sobre dónde queremos estar en el futuro en base a quienes somos ahora, pero olvidamos que nuestras preferencias cambiarán en el futuro. En la práctica, cuando decidimos especializarnos tempranamente en algo, también estamos asumiendo que en el futuro seguiremos interesados exactamente por lo mismo que hoy – o bien que nos gustará el trabajo de especialista. Como vimos antes, al comprometernos demasiado tempranamente una carrera, estamos sacrificando nuestra capacidad de encontrar una mejor calidad de ajuste.

La solución que nos propone el libro es experimentar: probar nuevas actividades, trabajos, carreras y grupos sociales en su versión más reducida posible. Tener una aproximación científica al desarrollo de tu carrera: si tienes una hipótesis de algo que podría gustarte, en vez de comprometerte con todos tus recursos, mejor probarlo a menor escala. Es mejor probar y aprender que planificar e implementar.

“Nada debería ser más fácil que decidir lo que te gusta, pero resulta que es muy difícil: en gran parte porque es difícil hacerse una imagen adecuada de cómo es una profesión”.

Amateur a propósito

“Toma tus habilidades y aplícalas a un nuevo problema. O toma tu problema y prueba resolverlo con nuevas habilidades”.

Según Range, la innovación y los grandes avances en una disciplina ocurren muchas veces gracias a personas que vienen de otras áreas o bien que traen ideas que descubrieron explorando en otros ámbitos.

Por ejemplo, en un estudio en que se exploraron los artículos científicos que más impacto han tenido, se encontró que generalmente estos mezclaban conceptos de disciplinas distintas que no se habían mezclado antes.

Por esto, la última gran idea de este libro es la invitación a ser amateurs a propósito. Es común creer ser un aficionado a un tema es mediocre o inútil, pero lo que nos muestra este libro es todo lo contrario: tener conocimientos rudimentarios de disciplinas fuera de nuestra especialidades puede producir resultados fuera de serie.

Según el autor, esto pasa porque las personas que no son expertas en un área, muchas veces son capaces de hacerse preguntas o probar técnicas que a los especialistas pasan por alto. Esta es una manifestación de la maldición del conocimiento: mientras más sepas sobre un tema, más difícil es pensar sobre él como si no supieras nada.

Nuevamente nos encontramos con un consejo fuera de la sabiduría convencional, la que nos sugiere que siempre debemos seguir aprendiendo cosas dentro de nuestra área de estudio. Este libro nos propone lo contrario: seamos amateurs a consciencia.

Un paréntesis: si te interesa potencias tus intereses o hobbies, te recomiendo este artículo: cómo llevar tus pasatiempos al siguiente nivel.

Conclusión

“También debemos cultivar la ineficiencia”.

Si me tuviera que quedar con una enseñanza de este libro es la siguiente: no sientas que te estás quedando atrás por cambiarte de área o explorar otra disciplina. Recuerda que aunque hoy se vea como una desventaja, lo más probable es que en el futuro juegue a tu favor.

Ten en mente que la experiencia que aprendiste en un área no se desperdicia al cambiarte. Seguirá siendo parte de tu aporte como profesional — aunque al principio te cueste darte cuenta.

Por el otro lado, si tu camino es ser un especialista: ¡también está bien! El mundo necesita profesionales de todo tipo. El problema es que nuestros relatos del éxito hacen que todos quieran especializarse demasiado temprano.

Espero te haya gustado este repaso de las ideas que más me gustaron de Range. Es importante notar que hay varios capítulos que pasé por alto, así que si te interesa este libro, no dudes en echarle un ojo.

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