Siempre he admirado a las personas hábiles socialmente. Seguro conoces a alguien así: capaz de construir confianza con personas que recién conocen, de dejar una buena impresión a dónde quiera que vayan o simplemente de pasarlo bien y hacer que los demás lo pasen bien en cualquier circunstancia.
Ser competentes socialmente es indispensable si queremos tener impacto en el mundo. A fin de cuentas, el éxito en lo que hagamos siempre dependerá de nuestra interacción con otras personas. Por esto, una persona intelectualmente sólida que además tenga la capacidad de relacionarse positivamente con los demás, tendrá la mayor probabilidad de lograr lo que se proponga.
Aunque tus ideas sean brillantísimas, si no convences a los demás o si no transmites confianza, lo más probable es que estas nunca vean la luz. Es injusto, pero así funcionamos los humanos: no somos máquinas lógicas y no podemos ignorar lo que sentimos o pensamos sobre la otra persona cuando aceptamos o rechazamos lo que nos propone.
Las personas sociables, en general, lo son naturalmente. Y por eso quienes no somos tan sociables tendemos a pensar que esta habilidad es un misterio inexplicable. La verdad es que no es tan así. Como en muchas otras áreas de la personalidad, hay una parte genética y otra que depende de tu contexto y tus acciones [1]. Puedes volverte más sociable si desarrollas algunas prácticas para hacerlo.
Hace un par de años, investigando sobre cómo ser más sociable, me topé con un libro clásico en la literatura de management que se llama How to win friends and influence people [2]. El título suena un poco macabro, pero créeme que no le hace justicia al espíritu del libro. En realidad es una obra muy interesante y llena de principios para desenvolverse mejor con los demás. Te lo recomiendo si quieres aprender prácticas para desarrollar tu lado social.
De todas las ideas de este libro, hay una que es por lejos la que más me ha servido para ser más sociable. Si tú ya eres una persona hábil socialmente, lo más probable es que esto te parezca lo más obvio del mundo. A mí por lo menos, todavía no deja de sorprenderme la enorme diferencia que esta práctica ha tenido en mi relación con los demás. Así que si estás buscando una sola cosa que cambiar para empezar a ser más sociable, creo que también te va a servir. Aquí va mi consejo para ser más sociable en un paso:
Demuestra un interés genuino por los demás
Eso. No es ningún truco secreto, es simplemente interesarte por los demás: tratar de comprender quiénes son, qué les gusta hacer o qué les preocupa. Cuando uno no es tan sociable, tiende a creer que para serlo hay que ser muy ingenioso o muy bueno para “meter conversa”, pero no es así realmente. En realidad, a la gente no le importa mucho lo que uno tenga que decir, porque cada uno vive preocupado por sus propios temas. Por esto, lo más interesante que puedes decirle a otra persona, es algo que la invite a hablar sobre lo que es interesante para ella. Ser más sociable pasa por invitar al otro a hablar, no por cuánto uno hable.
Los humanos tenemos una necesidad fundamental de sentirnos apreciados, reconocidos e importantes. Y en general, mucha gente vive con la sensación de que no se le reconoce lo suficiente. Demostrar tu interés es una muestra de aprecio por el otro que le ayuda a recuperar ese sentido de importancia y de paso genera gratitud e interés de la otra persona por ti. Es una forma directa de desarrollar mejores relaciones y de entender lo que el otro quiere y necesita.
Ahondemos un poco más en qué significa este principio en la práctica.
Demostrar interés
Todas las personas tienen algo interesante que contar. El problema es que vivimos tan ensimismados que no nos detenemos a pensar qué podría tener que decirnos el otro. O peor, a veces sentimos interés por los demás pero no decimos ni hacemos nada, aniquilando cualquier probabilidad de conectar o de profundizar en la relación.
Por eso es importante demostrar el interés: no sirve de nada si te lo guardas para ti. Para ser más sociable, simplemente manifiesta ese interés por lo que te llame la atención del otro. Cuéntale lo que te interesa de él y pregúntale cosas. Si ya conoces algo de esa persona, pregúntale por ese algo. Imagina que eres un periodista cuyo trabajo es conocer al máximo al otro.
Antes me daba miedo preguntarle cosas a los demás porque no quería quedar como preguntón. Si te sientes así, piensa en esto: si alguien te preguntara por lo que más te apasiona en la vida ¿te gustaría contarle? Sin duda que sí. Todos agradecemos la oportunidad de hablar de lo que nos gusta, o de lo que nos pasa, o de nuestra historia. A nadie le desagrada hablar de lo que le gusta.
¿Qué tipo de preguntas hacer? Pregunta por algo que te interese de la otra persona, pero la verdad es que el tema no es tan relevante. Lo importante es la muestra de aprecio que le das al otro al preocuparte por lo que tenga que decirte.
Hacer preguntas es el primer paso para demostrar interés. El segundo es escuchar activamente. En este mundo lleno de ruido, la escucha activa es una enorme muestra de aprecio. Para llevarte mejor con los demás, ponles atención exclusiva cuando conversen, poniendo énfasis en lo que ellos te cuentan. Mucha gente “escucha” pero solo pensando en lo que quieren responder y se pierden lo que está diciendo el otro. Haz que la otra persona se sienta escuchada hablando de lo que ella quiere contarte y no de lo que tú quieres poner sobre la mesa. Esta frase de Dale Carnegie lo resume perfectamente: “Harás más amigos en dos meses demostrando interés por los demás, que en dos años tratando de hacerte el interesante”.
Un interés genuino
Un último punto antes de cerrar: demostrar interés no significa ser falso. Todos nos damos cuenta cuando nos hacen un halago deshonesto, así que no pierdas tu tiempo haciéndolo. Si quieres ser más sociable, descubre lo que genuinamente te interesa de la otra persona y házselo saber. A veces es difícil, pero eso solo hace más interesante el desafío.
Y por sobre todo, reflexiona sobre lo que esperas conseguir al ser más sociable. Si lo único que te interesa es lo que puedas obtener de los demás, entonces difícilmente podrás demostrar un interés que la otra persona perciba como honesto. Y de hecho, cambiar esa mentalidad transaccional puede ser un gran primer paso para tener mejores relaciones con los que te rodean.
Demostrar interés no significa ser interesado. Por el otro lado, si apuntas a ser más sociable como virtud en sí, entonces los resultados vendrán por sí solos. La oportunidad de conversar y escucharse ya es una recompensa suficiente.
Notas
- Robinson, G. E., Fernald, R. D., & Clayton, D. F. (2008). Genes and social behavior. Science, 322(5903), 896-900.
- How to win friends and influence people – Dale Carnegie
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